Howard Hughes, excéntrico –y a todas luces, loco- inventor y apasionado de los aviones, a la par que obsesivo productor e incluso director de cine sirve como excusa a Martin Scorsese para desatar todo su genio y creatividad y promover algunas de las más impresionantes actuaciones que se han visto jamás. Parece un titular de periódico inusitadamente largo…
- Reparto de personajes: 10+/10.
- Montaje: 9/10.
- Banda sonora original: 10/10.
- Efectos especiales: 7/10.
- Sonido: 8/10.
- Dinamismo: 7/10.
- Originalidad: 8/10.
- Ambiente: 10+/10.
- Fotografía: 9/10.
- Opinión personal: 10/10.
- Media total: 9/10.
Comienza la película con una escena realmente importante para entender el trastorno mental del ingeniero aeronáutico, que yo calificaría claramente de trastorno obsesivo-compulsivo heredado de su madre, temerosa de los gérmenes y la suciedad hasta la muerte, que le obligaba a bañarse constantemente y le inculcaba extrañas ideas sobre los microorganismos (C-U-A-R-E-N-T-E-N-A, cuarentena).
A partir de ahí, desfila por la pantalla la vida de Hughes, excepcionalmente interpretado por Leonardo Di Caprio. Cabe destacar que en la primera parte de la película, Scorsese decidió colorear el verde de azul. Sí, me explico: no hay verde, sólo hay azul, creando un ambiente extraño muy eficaz. Blanchett, Beckinsale, John C. Really, Jude Law, todos magníficamente espectaculares en sus papeles de Katharine Hepburn, Ava Gardner, Noah Dietrich y Errol Flynn, respectivamente, especialmente acertada Cate Blanchett, que interpreta su papel con frescura y espontaneidad, muy energética y temperamental, y a la vez muy dulce… Merecidísimo oscar, por cierto. Y sí, adoro a esa mujer.
Quizás, uno de los elementos más interesantes del filme es la enfermedad de Hughes (además del incesante flujo de antiguas estrellas de Hollywood interpretadas por otros actores, que a mí personalmente me entusiasma). El TOC (trastorno obsesivo compulsivo, por si acaso no se entiende a la primera) de Howard Hughes es un ser omnipresente y poderoso en su vida. Por un lado, Howard se obsesiona hasta llegar a no pensar en otra cosa con sus proyectos, llegando a buscar la más absoluta perfección sin importarle lo que cueste (para desesperación de sus contables). Nos damos cuenta de ello cuando, al principio de la película se muestra la producción y realización de su película “Hell’s angels”, en la que derrochó todo el dinero heredado de sus padres y aún más en las cosas más estrafalarias (incluso contrata a un meteorólogo que es el mismísimo Ian Holm, para que le busque nubes. Cómo me gusta ese hombre… También), y en su afán por construir los aviones más rápidos, más grandes y cosas por el estilo. Para mí que también era un poco bipolar.
La cara B del TOC, es su fobia a la suciedad y a los microbios. Evita dar la mano a la gente, la más mínima mota de polvo le obsesiona, lleva su propio jabón para lavarse las manos hasta hacerse heridas… Y claro, con tantas manías, en el amor muy bien no le va, aunque no desaprovecha la ocasión de pedirle matrimonio a cualquiera. En fin, la mayoría de los casos es un tema muy bien tratado y genialmente interpretado, pero hay ocasiones en que se echa de menos un poco más de hincapié en el asunto, y otras veces, sobra la efusividad… Dejémoslo en un regular.
El Score de Howard Shore (El Señor de los Anillos) es, naturalmente estupendo. Acompaña toda la película con gran maestría y concordancia. Me llamó la atención sobre todo el uso que hace de las castañuelas –por eso del typical spanish, vaya- que subyacen y dan fuerza a la melodía principal con un gran resultado. En cuanto a la banda sonora propiamente dicha, es decir, las canciones, destacan cobre todo temas con leves tintes de orquesta de jazz, swing, o algo que, lamentablemente sé lo que espero no soy capaz de describir, así que creo que es mejor que las escuchéis vosotros y juzguéis, y si sois capaces de brindarme un poco de ayuda en este aspecto con términos algo más técnicos, os lo agradecería mucho. Son títulos como: I’ll build a Stairway to Paradise, interpretada por Rufus Wainwright, que incluso sale en la película, Happy Feet, After you’ve gone, Stardust…
Y resumiendo, interpretaciones fabulosas, planos creativos, verde que es azul –yo también tengo un TOC, estoy obsesionado con los colores-, música alucinante, aviones por doquier y una entretenidísima historia que estoy absolutamente seguro de que os va a encantar. O al menos entretener.
Y es que Scorsese es mucho Scorsese.
Bob
PD: la entrada importante es la de debajo xDxD
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