lunes, 14 de septiembre de 2009

"Expiración"

Bob no puede dejar de ver una película cuya BSO ha ganado un Oscar, de modo que, allá vamos con la crítica de Expiación. -El cartel es horroroso, pero no es culpa mía-.


  • Reparto de personajes: 9/10
  • Montaje: 9/10.
  • Banda sonora original: 10/10.
  • Efectos especiales: 6/10.
  • Sonido: 7/10.
  • Dinamismo: 6/10.
  • Originalidad: 7/10.
  • Ambiente: 8/10.
  • Fotografía: 8/10.
  • Opinión personal: 7/10.
  • Media total: 7,7/10.

Bien, vayamos por partes, como acostumbro a hacer. Expiación es la adaptación fílmica de una novela homónima de Ian McEwan, dirigida por Joe Wright, realizador también de Orgullo y Prejuicio y la reciente El Solista. Entre su reparto destaca la presencia de Keira -a ver si sé escribirlo- Knightley, James McAvoy o Saoirse Ronan, nominada, y con razón, a un premio Oscar por su excelente trabajo en esta película.

La historia se enmarca dentro del género dramático y romántico, y aunque algunos se empeñen en añadir también el bélico, en mi honesta opinión se equivocan: las escenas bélicas son, la verdad, más bien exiguas, y en ellas lo menos importante es la guerra, que aunque en el conjunto del filme se va intuyendo cada vez con más intensidad, como un telón de fondo, no vale como excusa real a la trama, es más un elemento casual que se integra inevitablemente en ella.

La película, todo hay que decirlo, comienza de una manera magistral, la primera hora -aproximadamente- es un continuo despliegue de arte y saber hacer, con unas apariciones estelares de Saoirse Ronan, cuyo personaje pretende ser el hilo conductor de la película.
Sí, empieza muy bien, pero a medida que pasa el tiempo y a pesar del genial montaje y las grandes interpretaciones aliñadas con una banda sonora espectacular y muy MUY original (que me presenten al que tuvo la idea de integrar el sonido de la máquina de escribir en la melodía que me postro a sus pies. Todo esto a pesar de que llega un momento que se hace pesada, pero no importa, es tan creativo y original que no importa) el ritmo narrativo va sufriendo un inexorable desgaste que tiene su clímax en el momento en que cambiamos de tercio, cambia el escenario, y la narración se sale por la tangente y comienza a agotar.

Los giros y recursos que tan inteligentes y originales parecían en la primera parte, empiezan a cansar, y a hacer la película más densa y difícil sin ninguna necesidad. Y aquí me temo que hay que aludir a las pretensiones -otra vez-. Me temo que las pretensiones demasiado infladas son la tumba de una buena película, y aquí podemos ver como una cinta que preseumiblemente podría haber sido una obra maestra -y de las buenas-, deja de serlo por culpa de una serie de tonterías sin sentido e injustificadas que desconciertan y desgastan la paciencia del espectador.

Y es que no se puede empezar prometiendo tanto y quedarse en tan poco...

Bob

PD: Nunca jamás en mi vida he dicho que sea una mala película, sólo que la han echado un poco a perder. A mi me ha encantado...