viernes, 5 de marzo de 2010

Becoming George

Un hombre Soltero (A Single Man, para los maniáticos, como yo) siempre me llamó la atención desde que supe de ella por primera vez. Pues bien, he de decir que no me ha decepcionado en absoluto.


  • Reparto de personajes: 10/10
  • Montaje: 8/10
  • Banda sonora original: 10/10
  • Efectos especiales: 7/10
  • Sonido: 8/10
  • Dinamismo: 6/10
  • Originalidad: 7/10
  • Ambiente: 10/10
  • Fotografía: 9/10
  • Opinión personal: 9/10
  • Media total: 8,4/10
Esta es, indudablemente, una historia con "alma humana", como lo fue para mí el grandioso recital de Sofia Coppola en Lost in translation, con un guión bastante alternativo (basado en la novela homónima de Christopher Isherwood) que se basa principalmente en los sentimientos, en la propia naturaleza del ser humano y su reticencia a los cambios, al tiempo que la película se estructura como otras muchas, de manera muy simétrica, incluyendo ese sentir profundo de orden cósmico que aporta seguridad y agrada tanto al ser humano. No espero que hayáis entendido a qué me refiero, pero diré que estoy aludiendo al final.

Sí, el guión tiene un gran potencial, pero en mi opinión, está tratado probablemente con excesiva trascendencia, lo cual causa ocasionalmente una sensación de afectación e histrionismo que paradójicamente acaba por coartar la profunda dimensión dramática de la película. Lo atribuyo a la mano "inexperta" (nótense las comillas) del director debutante Tom Ford, aclamado diseñador de moda que ha demostrado ser igual de talentoso en el séptimo arte.

Se podrían escribir párrafos y párrafos acerca de Colin Firth en esta película. Cierto es que su papel tiene una carga emocional importante, pero por contradictorio que parezca, no posee esa "chispa dramática" que permite a un actor lucirse. Y sin embargo se luce. Y no se luce por tener un acceso de ira, sufrir un momento de extrema tristeza o llevar sus emociones al extremo. No. Se luce con naturalidad, con sencillez, se luce por adaptarse a su papel con absoluta perfección, por diluirse en la mente de George Falconer, profesor universitario inglés mutilado por la muerte de su novio, Jim (Matthew Goode), y convertirse en esa otra persona.
Qué decir también de Julianne Moore, una de mis actrices favoritas y que siempre está magnífica. Sus escenas son, en mi opinión ,algunas de las más logradas estéticamente (impagable la belleza visual del momento en que se maquilla frente al espejo).
Así que, vengo a decir que en el apartado interpretativo, todo está perfectamente en su sitio, y esto es algo que confiere una grandeza inusitada a la película.

Construida con gran perfeccionismo e innegable buen gusto en cada uno de sus planos, con una fotografía, llamémosla perfecta, si de algo hay que acusar a A Single Man, es de su ritmo ligeramente lento y de su obstinada insistencia en unos primeros planos estáticos, que en ocasiones sólo pueden soportarse gracias a la preciosa estética y atmósfera -todo muy años 60- que destila el filme.

La banda sonora de Abel Korzeniowski, brillante y omnipresente en la cinta, la dota de aires oníricos, y el compás ternario convierte a la música de esta película en una maravilla. Sería injusto hablar de la banda sonora y obviar al que, con permiso de Korzeniowski y en mi opinión, compuso la pieza más bella (George's waltz), el japonés Shigeru Umebayashi, encargado de la música adicional en multitud de películas, y que tiene unos golpes de genio compositivo realmente originales (por ejemplo, el Yumeji's theme que tantos sentimientos suscita en la exquisita película de Wong Kar-wai In the mood for love).

Definitivamente, aunque nadie haga mucho caso a esta película cuyo mercado, la verdad, es bastante reducido, estamos ante una pequeña joya muy digna de ver y que es un éxtasis visual para cualquier amante del cine.

Bob

No hay comentarios:

Publicar un comentario